Con la presencia de la primera dama y, al parecer, ya en los hechos presidenta -¿es normal que en la página de la Presidencia de la Nación aparezca CFK, que, en rigor, todavía no asumió, cumpliendo tareas de presidenta, y que además la crónica oficial comienza justificándolo diciendo: "En representación del presidente Néstor Kirchner, la mandataria electa, Cristina Fernández..."-, el secretario de Comercio Interior, Willy Moreno, presentó oooooootra canasta, esta vez para las fiestas navideñas.

Cómo creo que quedan ya pocas dudas quedan de que Moreno se tome el palo, vamos a la intención oculta detrás de la canasta. Ninguna (insisto, ninguna) de las otras canastas que implementó Willy -Pascuas, escolar, carne, temporada otoño-invierno, etc, etc- funcionó. Sus precios son complicadisimos de conseguir, si es que se consiguen en algún lado.
¿Es jueguito para la tribuna entonces? Noooooo señores!! Es el punto de partida del dibujo inflacionario. Willy arma su canasta, o, lo que es lo mismo, su lista de "precios acordados", los encuestadores del Indec reportan los reales, Beatriz Paglieri los omite porque existen "precios acordados", sus obedientes data entry introducen estos "precios acordados" porque..., porque si, y así en diciembre, un mes donde la vorágine consumista de fin de año eleva un par de puntillos la inflación, tendremos una inflación que, se me ocurre -vaya uno a saber por que-, va a ser menor a la de 2006.