lunes, 10 de agosto de 2009

TSCE (Televisión Salelital Codificada Estatal)

La mayoría de los trabajadores no aportaba a una AFJP. Estaban en negro o en el sistema de reparto. La mayoría de los argentinos no vuela por Aerolíneas Argentinas o recibe todos los meses una factura de AySA. Y casi nadie mira Canal 7. Pero todos, y digo todos, desde mis amigos, mis primos, mis hermanos y mis compañeros de trabajo, hasta mi vieja, mi novia, mi hermana y la tía Clotilde, vemos fútbol.

Entre los argentinos hay fanáticos que ven al equipo de sus amores, los otros 9 partidos de Primera y el resumen de Cambaceres-Deportivo Cuenca; los que miran sólo al equipo de sus amores, y los menos entusiastas, que ven a la Selección. Y casi todos ven el Mundial, la Copa América, los JJOO, el sub-20... En fin, somos una nación "fobalera". ¿Hay una idea más atractiva para un gobierno argentino populista que estatizar el fútbol? No.

Eso es exactamente lo que va a pasar. Imaginemos, por un segundo, el profundo dilema que atraviesan los denostados neo-liberales fanáticos confesos del fútbol. Ideas vs. Fútbol gratis todos los domingos. O el de todos los periodistas que trabajan alrededor de la maquinaria futbolística. Salario vs. Audiencia.

Todo es un nuevo capítulo de la pelea más emblemática del kirchnerismo: la que arrastra desde hace un año y medio con el Grupo Clarín. La historia puso en el ring a tres pesos pesados como Grondona, Kirchner y Magnetto. Faltaría nada más que Hugo Moyano dijera que quiere la concesión del traslado de los hinchas y futbolistas a las canchas y ya están todos.

Está claro cuál es el incentivo detrás de la novela: más popularidad para el Gobierno, más plata para el fútbol, menos negocio para Clarín. ¿Alguien se dio cuenta que el Estado va a abrir un nuevo canal de financiamiento para los barrabravas? ¿Alguien se dio cuenta que TODOS vamos a financiar a los barrabravas? No parece ser el mejor incentivo para pagar impuestos.

Pero eso es lo de menos. Habrá fútbol gratis, y eso es alegría para todos los argentinos. Eso es votos de los argentinos. Y eso es lo que se dice plata bien invertida.