Desvíos felinos

El fenómeno de los Pumas dejó hoy dos perlas.

Primero veo acá que, lejos de la actitud amateur-quiero barro y tackle-espartano que marcó la historia de los hombres que vistieron el escudo de la UAR, y que en todos los medios se destaca como uno de los diamantes del rugby argentino, los chicos de Loffreda se quejaron por la incomodidades del hotel Marriot del barrio residencial Neuilly-sur-Seine, donde se crió nada menos que el presidente francés Nicolás Sarkozy. ¡¡Paren muchachos!!, ¿qué pasó con el "no importa si duermo en un catre de madera en una choza con el piso de tierra" porque la adversidad es lo mío? Dicen que van a reeditar la propaganda de "Soy un puma..., soy un puma...": en vez de la embarazada a punto de parir va a aparecer Cristina vardeando a un mozo porque no le trajo agua mineral Nestlé...

Después leo acá que el Tano (se habla de Felipe, Nacho, Juani y Nani, asi que vamos con el Tano), cuando le preguntaron por el cambio de horario del superclásico, batió: "Es un lindo y saludable mensaje para el deporte argentino en general. La victoria del rugby sobre el fútbol es un punto de inflexión, y una muestra importante que no todo pasa por el fútbol". ¡¡Pará nene!! ¿Querés fogonear aún más el pajeril debate rugby-fútbol? ¿O te gustaría acaso que te vaya a recibir la barra brava de Nueva Chicago a Ezeiza? ¿Qué pasó con la publicitada humildad del rugby? Mis informantes me sugieren que entre los muchachos de la televisión y la AFA se avivaron que era muuuuuuuuy difícil que la IRB cambiara el horario de Argentina-Escocia porque juuuuuuusto a esa hora se juega Boca-River y optaron por multilpicar audiencia.

ESO SUMA: pocos días les ofrecerán tantos ingresos a la tele, pocos días les ofrecerán tantos ingresos a los bares (se viene la mega-promo de Locos por el fútbol) y pocos días me moveré tan poco del sofá.