miércoles, 3 de septiembre de 2008

Not enough

El mercado le dio la espalda a los Kirchner. No hubo fiesta en los recintos después del anuncio. Es más: la cotización de los bonos cayó, la Bolsa cayó y subió el riesgo país. "Pareciera que el efecto sorpresa se agotó en sí mismo, instantes después del anuncio", comentó F. Uriburo a Nosis.

¿Se acuerdan cuando De la Rúa anunciaba recortes de salarios y los mercados trepaban? ¿O cómo la Bolsa se copó cuand asumió el bull-dog o cuando apareció el Mingo? ¿Por qué ahora los mercados nos cortan el rostro? Fácil: porque no sólo ya no ganan tanta plata como para bancarse las maneras, las ideas y las medidas de los Kirchner, sino porque piensan que dentro de poco, en un tiempito no más, van a dejar de ganar plata y van a empezar a perder plata. Traducido: hay que ponerse el casco porque se viene fea.

Nadie va a decir eso. Se hablará de que "faltan señales" o de que "aún persisten dudas sobre el rumbo de la econonmía". Eufemismos. Lo que realmente le importa a los traders, a los inversores, a las empresas y a los ahorristas es que no los jodan con la guita y los dejen hacer pasta tranqui. El resto, como diría Saadi, es pura cháchara.

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