La economía es apasionante, pero muy difícil y a veces aburrida. Cualquier economista escuchó alguna vez esta frase de alguien que desconocía la economía. Números, términos complicados, matemática, leyes flexibles y principios centenarios se utilizan todos los días para explicar fenómenos de todos los días. En ocasiones el lector común siente que hablamos en hindi, mandarín o cantones y que los temas de los que se habla con tan abstractos como lejanos a la vida cotidiana.
Se recurre a analogías médicas y futboleras, términos llanos que terminan confundiendo aún más o explicaciones largas que siempre dejan interrogantes en el camino. Se llega incluso a afirmar que la economía no es para todos. Mentira. Cada vez que se toma una decisión, un principio económico está ahí, presente, aunque no lo sepamos o lo notemos.
El sexo vende. Atrae, genera debate porque todos tienen algo para decir y todos tienen algo que ocultar, genera placer y además es universal. Que mejor, entonces, que explicar la economía a través del sexo.
Un estudio de la Universidad de Sydney demuestra que tener sexo todos los días aumenta la calidad del esperma y la posibilidad de concebir vida. ¿Se puede explicar de mejor manera que producir más mejora la calidad de vida de un país? Creo que no.
martes, 23 de octubre de 2007
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1 comentario:
Título recomendado para Clarín: "Ahora dicen que ponerla todos los días ayudaría a tener más pibes".
Con respecto a lo de la economía, me parece que es cierto, pero creo que blogger es medio fundamentalista en su metier.
Tampoco ayuda a la credibilidad de esta ciencia, que pocas veces es exacta, el curriculum de ciertos personajes nefastos de nuestra historia.
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