He posteado poco sobre el conflicto entre el campo y el gobierno, en parte porque una de las cosas que sobra es la información. Sobre todo la sesgada o errada.
El Gobierno miente y el campo calla. El Gobierno quiere dinero, poder y votos. Si redistribuir el ingreso les suma, entonces hablemos de redistribuir el ingreso. Si pegar al campo con el pasado golpista nos da una mano, entonces mostrmos videos nostálgicos sobre lo que pasó hace más de medio siglo.
El campo calla. Habla poco, o no directamente no habla, sobre los complejos exportadores, grandes beneficiarios de la política económica oficial. No dice lo qu ha dicho antes: que las retenciones implicaron un masivo traspaso de recursos de la producción a la comercialización de granos. ¿Quién quiere sembrar así, Cargill, Dreyfuss?
Los dos quieren más plata. Unos, porque lo que mejor hacen es gastarla. Otros, porque no quieren pagar ellos solo el pato de la boda. En el medio, un oceáno de oligofrénicos compra dólares, se queja de la señora que votó hace menos de seis meses y habla de renuncias a la ligera como si fuera algo tan simple, tan benévolo y tan cotidiano como una tasa de café.
¿Quién nos quita el espanto?
viernes, 20 de junio de 2008
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