jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Se acuerdan de 1998?

Tan duro fue 2001, tan marcado a fuego quedó en la mente de la gente, que ante cualquier luz amarilla que surge de la economía lo primero que hacemos periodistas, economistas y hombres de a pie es mirar que pasaba con "tal tema" en 2001. Error. Deberíamos mirar a 1998.

Recordemos. La economía venía de crecer muy bien en 1996 y 1997. El efecto Tequila había quedado atrás y todos nos regodeabamos de lo bien que caminaba la convertibilidad. Pero la devaluación del rublo y el default de la deuda rusa complicó la situación financiera global. Y a Brasil se le ocurrió devaluar nomás iniciado 1999. La economía pasó de crecer bastante bien a crecer poco para después meterse de lleno en recesión. Que terminó mal en 2001-2002.

Veamos las similitudes. Brasil devalúa. El mundo está patas para arriba (mucho peor ahora que entonces) y la economía argentina viene no de dos, sino cinco años de buen crecimiento. ¿Hay margen para ser optimista? Si señores. Ahora el peso se devalúa despacito, despacito. El Gobierno todavía tiene plata a pesar de que la gasta como mono con ametralladora y el pragmatismo cubre el planeta, lo cual brinda un margen mayor para aplicar medidas "a lo argento". Algo de eso está haciendo el Gobierno. ¿Funcionará? Puede ser. Pero que la vamos a pasar mal, la vamos a pasar mal. Pero no tan mal como en 2001.

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