domingo, 23 de noviembre de 2008

Que se termine el año

Como si 2008 no nos hubiera dejado palos por todos lados, el equipo argentino perdió la Davis, en Mar del Plata, contra España, que vino sin Rafael Nadal.

Pero el tema no es la derrota. Es todo lo que genera el derrotismo, una contracara nefasta del exitismo que se vivió durante toda la semana hasta que Martín Del Potro perdió con Feliciano López. Lo escucho a Mancini cargar contra los periodistas, decir que "tienen que jugar en equipo" porque todos tenemos que aprender de algo. Se cruza con un periodista por versiones de trompadas en el equipo y dice, con un Acasusso demolido sentado al lado, que la lesión de Del Potro fue determinante en el resultado. O sea, no sólo lo manda al muere por segunda vez (la primera fue en Rusia), sino que ahora lo defenestra en público. Y no lo lleva de la oreja a Nalbandian a dar la cara a una conferencia cargada de tensión y contradicciones.

Mejor empezar a reconocer por qué hizo mal uno. Porque es verdad que se "politizó" la serie, qué hubo discusiones de plata y bla, bla, bla. Es una muestra más de la falta de un ideal superior. Es un reflejo más de la mediocridad de querer encontrar héroes en el deporte porque no se los ve en otros lados (existen, pero el público no los compra).

"Todos los argentinos tenemos que tirar para el mismo lado y luchar para un objetivo. Cuesta mucho. Se hace con esfuerzo y seguramente nos falta más, Y no estoy hablando de los tenistas solos, sino del país y de todos los argentinos", dice Mancini.

Baja un cambio Luli. Ni lo uno ni lo otro. Tenistas, a las raquetas. Periodistas, a los micrófonos y las notebooks. Y políticos a la política. ¿Yo, periodista, tengo que contribuir al triunfo de la Davis? No. Yo tengo que informar. Punto. Contar qué pasa para que la gente entienda mejor. Hacer bien mi trabajo para que a la Argentina le vaya bien, a lo sumo.

El existismo brotó de las páginas de los diarios y los canales de televisión durante toda la semana. ¿Dijeron algo¿? No. Sale una versión (que por lo visto no estuvo tan errada) no confirmada (mal colegas, mal), ¿y ahora somos unos demonios?

En fin, que se termine el año y todos vayan al diván.

No hay comentarios: