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Nunca Néstor Kirchner respondió tantas preguntas de los periodistas como anoche, luego de admitir la durísima derrota en la provincia de Buenos Aires. Nunca, tampoco, pronunció tantas veces la palabra "gobernabilidad" al hablar en público. Nunca, tampoco, había perdido en Santa Cruz. Son tres datos del principio del fin del kirchnerismo.

Lo más positivo es que elección fue limpia, y que nadie (por ahora) renunció por los resultados.

Va a haber ballotage en 2011. Macri, Reutemann y Cobos aparecen, a la vista de todos, como los líderes de las tres fuerzas (Pro, PJ y el panradicalismo) que van a pelear por la Casa Rosada. Pero nadie habla todavía de Eduardo Duhalde. El viejo caudillo enfrenta ahora una elección personal: puede ungir al que quiso ungir primero en 2003 y le dijo que no, o puede ungir al que nunca ungió pero que no le disgustaría para nada ungir. Está en juego el aparato que Macri y De Narváz denostaron ayer (no terminé de entender por qué: al menos algunas piezas de ese aparato jugaron para ellos).

El Pro se puede peronizar o independizar definitivamente. Yo creo (tibiamente, debo reconocer) que van a ir por la segunda alternativa. Parte del PJ se unifica detrás de Reutemann, parte detrás de Macri, bajo la bandera del Pro.

Vamos del otro lado. Imaginemos un gesto de Carrió con paso al costado incluido que despeja el camino a una fórmula Cobos-Binner. El radicalismo reloaded, el Acuerdo, se alza como la tercera fuerza en discordia. Lo sorpresivo es que fue la fuerza más votada ayer. Una sorpresa: acá dijimos que aún perdiendo en BA y Capital, el kirchnerismo quedaba primero en la nacional. Veremos que dicen hoy.

Políticos como Aníbal Ibarra, Daniel Scioli, Celso Jaque y Daniel Peralta han quedado heridos casi de muerte (digo "casi" por eso de que no está muerto quién pelea). Me siento tentado a incluir a Néstor Kirchner en esta lista, pero la prudencia me dicta que no: hay que ver cómo se rearma luego de la derrota.

Siete de cada diez votantes votaron a la oposición. El Prisionero fue una de ellas, a pesar de que dijo que se merecían perder. Espero que entiendan de una vez por todas que darle al país una alternativa de gobierno viable al peronismo, y no la pelea descarnada por las jerarquías, es el mejor legado que pueden dejar para la historia.

Dejo para el final lo mejor. Las dos frases que hicieron historia:

"Los resultados son positivos. Creo que la diferencia se va a ampliar. Para nosotros fue una excelente elección" (Aníbal Fernández, cuando despuntaba la tardecita)

"Nuestras bocas de urna nos están dando seis puntos arriba de la fórmula De Narváez-Solá" (el secretario de Medios, Enrique Albistur, justificando el por qué es mejor que no hable con la prensa)


ACLARACIÓN: En el post anterior critiqué a Néstor por violar la veda electoral. Mi amigo Gauyo me advirtió el error: la veda comenzó en realidad el viernes por la mañana. Los palos para Néstor tendrían que haber ido a CFK. La única vez que habló en todo el día fue para violar la veda.