martes, 16 de junio de 2009

La otra pobreza

Quiero que el 28 de junio sea mañana. Quiero que se termine la capaña.

Las chicanas de los candidatos, las nimiedades de las plataformas, las peleas de medio pelo, la lucha descarnada por "esto no" antes que "esto sí", la ausencia de debate, todo me hace pensar en la enorme pobreza institucional en la que cayó la Argentina después de tres décadas de haber recuperado la democracia. Es la otra pobreza. Y no hay forma de solucionar la pobreza real, la de millones de familias que no ven, no pueden ver más allá de un día, sin solucionar primero eso.

Alguien, por favor, alguien que tire un proyecto, alguien que aporte ideas y haga innovaciones que excedan la contratación de publicistas y los slogans de impacto. Qué digan qué quieren hacer, cómo lo van a hacer y cómo lo van a pagar. Y lo hagan.

Creo que no es tan difícil. Pero creo también que atacar el núcleo del problema es un problema de décadas y requiere un compromiso supremo de las personas de bien, de quiénes se han mantenido en un segundo plano, cómodos. Es hora de que salgan. Por favor, salgan.

1 comentario:

cristina etchegaray carbone dijo...

Para que la vida económica de un país logre su fin, es claro que la primera función de la autoridad política ha de ser:
-Proteger los derechos de los individuos y de las sociedades menores.
-crear, mantener y perfeccionar un "ordenamiento jurídico" que sirva de sostén, reparo y protección a dichos individuos y empresas
-la función de dicho ordenamiento, no debe ser "dominar" sino servir, esto es tender a acrecentar la vitalidad de las relaciones económicas en la multiplicidad de sus manifestaciones, garantizando y defendiendo los derechos de los sujetos que en ellas intervienen.
-el poder público debe garantizar un marco adecuado de "seguridad jurídica" que contribuye poderosamente a la consecución del "bien común" en el campo de la riqueza.
-por ningún motivo puede el poder público, so pretexto del "bien común", dictar medidas legales en materia económica que conculquen los derechos fundamentales de los individuos o de los grupos sociales, o dificulten su ejercicio.
-se comprobó en el actual gobierno, que la producción no se realiza en beneficio de la gran masa de "consumidores", sino en la concentración de capitales con los "superpoderes" acumulando elevadas ganancias en sus manos o empresas "amigas", creando situaciones monopólicas que tienden a usar el poder económico para fines políticos.
-por último se plantea el drama de que la economía sin control social, no permite que la "libertad" sea gozada por los económicamente débiles o por los que no tienen las mismas oportunidades en los puntos de partida. Esto es puesto de manifiesto por el terrible aumento de la pobreza en ciudadanos que no tienen otra posibilidad para participar de alguna manera,que alinearse con los punteros políticos o sindicales para recibir algún beneficio económico.