miércoles, 8 de abril de 2009

Doble sorpresa

El Prisionero se declara en contra de todos los muros. Los del pasado, el presente y el futuro. Los de piedra, madera o barro, los mentales, los reales e incluso los imaginarios (aunque algunos de esos son realmente divertidos).

Los muros están para ser derribados, destruidos, agujereados, saltados. Es el paradigma de libertad que dejó el muro de Berlín, que sobrepasó el paradigma de protección que fijó la Muralla China, única construcción humana que se ve desde el espacio.

Por todo esto, y por la era que transitamos, no deja de sorprenderme que se construyan muros como el de San Isidro. Puedo entenderlo, pero nunca justificarlo. Pero lo que más me sorprende es que las encuestas online de Clarín y La Nacion sobre el tema, a esta hora, las 18.33, la mayoría de los lectores se pronuncia A FAVOR DEL MURO!!!

Una de dos. O la gente está realmente agotada y frustrada por la inseguridad y ya no le importa nada con tal de sentirse un poco más seguros. O los progresistas están durmiendo la siesta...

1 comentario:

Noel dijo...

me pone triste lo del muro. Se podrían hacer tantas cosas. Una plaza, un centro cultural, cosas que le den vida al área y traigan, al tiempo que seguridad, inclusión al barrio. Ocupar el espacio público, no cercenarlo.