sábado, 27 de septiembre de 2008

Improvisación y pragmatismo

Mucho se ha analizado y otro tanto se ha especulado con el proceso decisorio de los Kirchner. Algunos ven al kirchneriso como un gobierno de derecha que "se vende por izquierda"; otros, como un gobierno populista e intervencionista que no cuadra en ningún extremo; los más devotos ven un plan trazado con detalles para desarrollar al país con equidad social.

Es innegable que pagarle al contado al FMI y al Club de París, acordar con los holdouts y mantener cueste lo que cueste el superávit necesario para pagar los intereses de la deuda y algo de amortizaciones (aun a costa de frenar obras) son medidas de un gobierno de derecha. Es innegable que derrochar subisidios sin una clara orientación redistributiva son medidas populistas, asi como suspender exportaciones es populista o estatizar empresas es de izquierda. ¿Hay un plan maestro más allá del tipo de cambio alto y la "reindustrialización"? Si está, no lo veo.

Hoy Maxi Montenegro cita en su columna a un funcionario que "conoce bien cómo se toman las decisiones económicas en la cúspide del poder". Dice así: “El Gobierno no sale ni por derecha ni por izquierda, sale a los ponchazos, por necesidad, por donde puede, como de costumbre". Martín Lousteau había dicho días atrás que hay decisiones trascendentes que se toman "en quince minutos".

Improvisación y pragmatismo. Esos, creo, son los maestros directores de esta obra histórica que se llama kirchnerismo

viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Y esto?

La blogósfera está a pleno. CFK batió ayer dos frases que son miel para el paladar de los liberales ortodoxos. Si alguien todavía no se enteró, son esos que piden que el gasto crezca al 10% aunque la recaudación suba al 50, arreglar con los holdouts, dejar flotar el dólar, imponer metas de inflación, abrir la economía a morir y cerrar cuánto acuerdo comercial se cruce, incluido el denostado ALCA, entre otra medidas light.

A la plana industrial del país, esa que promovió con pasión la devaluación, Cris les espetó: "Respecto del tipo de cambio competitivo y la inflación, vamos a tener que sentarnos a discutir en serio. Porque no tenemos que hacer planteos inconsistentes. Por ejemplo, un tipo de cambio demasiado alto va en contra de las políticas de lucha contra la inflación".

Pero como si esto no fuera poco, Cris, que obviamente estaba on fire, siguió: "Es importante pensar en cómo hacer un modelo sustentable cuando empiezan las pujas sectoriales. Por ejemplo, en la protección. Hay que tener cuidado de que la protección no derive en proteccionismo, que a su vez no derive en malos precios para los consumidores. Hay que tener en cuenta la calidad y el precio".

A más de un industrial se le debe haber caído la mandíbula, o por lo menos se le debe haber atragantado el canapé, el postre o lo que sea que estuviera comiendo. "Tranqui, tranqui, chicos..., es un síntoma de bipolaridad, nada más", debe haner intentado tranquilizar uno.

Pero, ¿fueron las dos frases un lapsus de una personalidad bipolar? ¿le cayó mal a Cris el discurso de JC Lascurain antes, dónde dejó traslucir el deseo industrial (vaya sorpresa) de más devaluación y más protección? ¿O acaso estamos pasando facturas por el tibio apoyo durante el conflicto con el campo y las frases picantes de De Mendiguren, Ratazzi y compañía de hace unas semanas? ¿No será que el kirchnerismo empieza a reciclar su pragmatismo para desatar su espíritu ortodoxo?

Cris, cualquier sea el caso (y sobre todo por la segunda frase), ahora te banco un poco más (no mucho, pero un poco más).

jueves, 18 de septiembre de 2008

La Triple A financiera

Después de leer esto, esto y esto entre las toneladas de material que dejó el vendabal, tembladeral, derrumbe, crack, terremoto o tsunami financiero (algún día quién voy a averiguar quién empezó con la costumbre de asociar los desastres financieros con sus pares climáticos y/o geólogicos), llego a lo siguiente:

- Se viene una suerte de segunda ola regulatoria o intervencionista similar a la que generó el crac bursátil del '29, que sirvió de catalizador para la irrupción de John Maynard Keynes. Lo complicado es que esta vez tendrá que ser coordinada.

- Va a haber menos bancos, y los que queden, se van a quedar con toda la torta.

- El imperialismo yanqui fue (Hugo lo goza a medias por la caída del petróleo).

- Nadie sabe realmente cuándo y cómo va a terminar la crisis, ni cuál va a ser su costo real, pero existe un tibio consenso en que va a ser igual o peor que la que se inició en el '29.

- ¿No aprendimos nada? ¿Más de tres siglos de evolución económica, de finos desarrollos de teorías y duras experiencias no sirvieron para evitar semejante debacle? Parece que no, y las explicaciones pueden agruparse en tres A, o la Triple A financiera, como elegí bautizarls: avaricia, arrogancia y ausentismo (perdón por la evitable referencia a una triste parte de nuestra historia, pero era muy tentador...). La avaricia es de todos (consumidores, inversores, financieras, bancos de inversión, políticos, reguladores, analistas, etc, etc), la arrogancia es, más que nada, de los norteamericanos, por creersela demasiado, y el ausentismo es de sus funcionarios, por no regular en el momento y el lugar dónde tenían que regular, y de los organismos internacionales, por no forzarlos a que lo hicieran. Ahora que jodieron al planeta, y se lo dejaron servido en bandeja de plata a los que claman por el intervencionismo, jodánse.

martes, 9 de septiembre de 2008

Esta vez tiene razón

Y si, tantas veces dijimos que decías sanatas, que ahora que la pegaste (¿la suerte del campeón?) bien vale estas líneas:

"Y la verdad que yo no critico a Estados Unidos, en absoluto, esto no es una crítica a ellos, hacen lo que tiene que hacer cualquier país que tiene que salvar y sanear su economía, porque su economía, su sociedad y su estabilidad es lo más importante, más allá de que actúan como aquel que dice "hagan lo que yo digo pero no lo que yo haga". Yo reflexionaba acerca de durante cuánto tiempo escuchamos repetir casi monocordemente y aún escuchamos a exponentes económicos, a exponentes de partidos políticos que tienen muchas veces como modelo una economía de mercado, como la de los Estados Unidos, recitarnos a nosotros que sí tenemos superávit fiscal, que sí tenemos superávit comercial y que sí hicimos las cosas que ellos decían que había que hacer pero que nunca habían hecho en la República Argentina."

Cristina Fernández de Kirchner, esta tarde, haciendo jugar la realidad a su favor.

Krugman también baja línea

Es común escuchar a funcionarios "bajar línea" sobre cómo tienen que denominarse ciertos fenómenos o cómo deben interpretarse algunos datos. Ejemplo: no se habla de subsidios al consumo de alimentos, sino de compensaciones a los productores de alimentos. Sutilezas.

Krugman, liberal confeso, se despacha con otra "sutileza" para camuflar el hecho de que Estados Unidos realizó esta semana la mayor estatización en la historia del capitalismo moderno. No es una nacionalización, término chavista si los hay, sino una "desprivatización", argumentó Pablito. ¿¿¿Qué??? Si, leyó bien, una "desprivatización", o algo así como una privatización al revés. La razón es simple: dice que Fannie Mae y Freddie Mac nacieron como agencias del Gobierno y después se privatizaron. ¿No les recuerda a cierta aerolínea de bandera celeste y blanca?

Me tomé el trabajo y vi que la palabra está avalada por la RAE: es la "acción o efecto de desprivatizar", que a su vez significa "convertir en pública una empresa privada o de propiedad anónima o limitada". ¡¡Eso es estatizar viejo!! Aceptálo Pablin, no pasa nada si los lobbystas globales del liberalismo dicen que no es la receta perfecta...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Perlitas de Lupín

Gracias a Ana C. llegó a esta nota que originalmente apareció en el blog de Rollo. La entrevista es larga, un poco aburrida y además parece viejisima aunque tiene un poco más de ocho años. Pero de todos modos hay una perlita del pensamiento de Néstor Kirchner al final que, para los tiempos que corren, y "con el diario del lunes", es imperdible:

"¿Sabe por qué me puse a estudiar fuerte economía? Porque hace más o menos 10 años llegué a una reunión en el Ministerio de Economía y estaba Domingo Cavallo. Yo me sentía fuerte como gobernador, pero en esa reunión Cavallo me dio una lección de economía y fue tal la paliza que sentí una enorme vergüenza. Entonces me propuse entender y empezar a estudiar. Hoy me siento sólido."

Gato blanco, gato negro

Es tan cruda y antigüa la lucha entre liberales e intervencionistas (comunistas, socialistas, keynesianos, neokeynesianos, populistas o cómo quieran llamarlos) que no sólo existe una vasta literatura, horas de debates y bibliotecas repletas de papers sobre el tema: la realidad ofreció -y ofrece- algunos hechos históricos que cuentan con una buena carga de ironía.

Estados Unidos, ícono global del capitalismo y el libre mercado (después se puede discutir si esto es así o no, pero que es un ícono, es un ícono) estatizó de hecho dos bancos. Si, leyó bien: el gobierno norteamerica estatizó dos bancos. Es más: echó a los jefes de esas dos entidades, que quedaron bajo el control de una agencia estatal.

¿Qué hubierámos dicho en la Argentina si el Gobierno hacía algo así? ¿Si ante una tremenda crisis financiera intervinieran un banco quebrado, y lo nombraran presdente al Director Nacional de Vivienda y Urbanismo? ¿Y si a eso le sumamos que ya se gastaron US$ 300.000 millones (algo así como un PBI argentino) para ayudar a que la gente pague sus hipotecas (algo así como subsidiar a los que se endeudaron sin pensar mucho)?

Antes de responder vale la pena leer este artículo de The New York Times que publica La Nacion (que no defiende precisamente el estatismo), y vale también recordar una frase muy popular que hizo más popular el líder chino, Deng Xiaoping, para justificar el proceso de reformas que encaró China hace unas tres décadas: "¿Qué importa si el gato es blanco o negro, con tal de que cace ratones?".

Soy liberal, pero el pragmatismo es lo más.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Te lo dije Coco

Lo decíamos acá. Pupi, Colo, Cuchu y Heinze no tienen nada que hacer en la selección. Terminó su etapa, hay mejores fichas, así que ya está, a otra cosa. Hoy fueron lejos lo peor del seleccionado.

Lo mejor del partido: después de muchos años, la selección tiene recambio en el arco.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Mis once

El Coco saca mañana a Abbondanzieri; Zanetti, Demichelis, Coloccini y Heinze; Mascherano, Cambiasso, Riquelme y Di María; Messi y Tevez para intentar ganarle a Paraguay de local en una eliminatoria, algo que no pasa hace 35 años (si, me acabo de enterar y tampoco lo creí al principio).

De estos once, banco a siete. Pupi, Colo, Heinze y Cuchu, gracias por todo, pero no tienen nada más que hacer. Haceme una línea de tres con Demichelis, Pareja y Burdisso, me pones adelante a Mascherano y Gago y más adelante a Messi, Riquelme y Maxi Rodríguez (Di María como opción) y la terminas con Tevez o Agüero más el Pipita Higuaín. Un 3-5-2 precioso con dinámica y "buen pie", como díría el Coco. Un poco tirado a la izquierda, si, pero eso se arregla tirando a Messi a la derecha para que la clave como el Diego contra los ingleses y chau.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Not enough

El mercado le dio la espalda a los Kirchner. No hubo fiesta en los recintos después del anuncio. Es más: la cotización de los bonos cayó, la Bolsa cayó y subió el riesgo país. "Pareciera que el efecto sorpresa se agotó en sí mismo, instantes después del anuncio", comentó F. Uriburo a Nosis.

¿Se acuerdan cuando De la Rúa anunciaba recortes de salarios y los mercados trepaban? ¿O cómo la Bolsa se copó cuand asumió el bull-dog o cuando apareció el Mingo? ¿Por qué ahora los mercados nos cortan el rostro? Fácil: porque no sólo ya no ganan tanta plata como para bancarse las maneras, las ideas y las medidas de los Kirchner, sino porque piensan que dentro de poco, en un tiempito no más, van a dejar de ganar plata y van a empezar a perder plata. Traducido: hay que ponerse el casco porque se viene fea.

Nadie va a decir eso. Se hablará de que "faltan señales" o de que "aún persisten dudas sobre el rumbo de la econonmía". Eufemismos. Lo que realmente le importa a los traders, a los inversores, a las empresas y a los ahorristas es que no los jodan con la guita y los dejen hacer pasta tranqui. El resto, como diría Saadi, es pura cháchara.

martes, 2 de septiembre de 2008

¿Desendeudamiento?

Vítores, cánticos, aplausos. Ya dijimos que está todo bien con el pago al Club de París, que va a traer beneficios para la economía argentina, aunque por estos momentos hay dos cuestiones que bien vale aclarar.

Primero, y a diferencia de lo que se sostiene en algunos rincones de la blogósfera, el pago no reduce la deuda. O, en términos un tanto más prosaicos, ¡pindonga que hay desendeudamiento Cris! El Tesoro le va a clavar una letra o algo parecido al Central, que va a aportar los dólarillos para cancelar la deuda con el Club. Se cambia la composición de la deuda y los acreedores, se reduce la DEUDA NETA, pero la DEUDA BRUTA sigue siendo la misma. Digamos que es como si en vez de deberle al banco ahora se le debiera al tío rico, y que gracias a eso tengo mejor pinta como deudor y entonces mis hijos pueden volver a girar en descubierto. Mejor, pero no tanto.

Lo mejor para lo último: ¿están listos para subirse al tren bala?

No está muerto quien pelea (y tiene reservas)

El kirchnerismo vive. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que se pagará la deuda con el Club de París con reservas del Banco Central, tal como se hizo con el Fondo Monetario. Es el anuncio más contundente de su presidencia, que además le permite retomar la iniciativa después de los cascotazos de la valija de Antonini, el Indec, el conflicto con el campo y la salida de Alberto Fernández.

Pero, ¿qué cambia para la economía argentina cancelar esta deuda? Muchas cosas, y muchas más que las que generó el pago al Fondo, que tuvo más razones ideológicas que económicas. Habrá más y mejor financiamiento externo, tanto para el Estado como para las empresas, más inversiones extranjeras, más independencia de Hugo Chávez y más confianza en la Argentina. Un país que cancela sus deudas siempre es más confiable, más allá de cómo maneje sus asuntos. Hay, con todo, una señal contundente de acercamiento al mundo.

El kirchnerismo vive. Lógico: no está muerto quién pelea, y menos si tiene reservas.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Primavera

Ni la crisis financiera global, el gasto público, el tipo de cambio alto y competitivo, los subsidios, la pobreza, la indigencia, la crisis energética, la inflación, la real y la oficial del Indec, la deuda y el default, el campo y las retenciones, el Mercosur y la Ronda de Doha, Cristina, Néstor, el Cleto, Alberto y Aníbal, Chávez, y que se yo qué más

Nada puede opacar que la primavera está a la vuelta de la esquina y el sol vuelve a estar un poco más cerca. Una buena noticia para los que estamos en este hemisferio