jueves, 28 de mayo de 2009

¿Y esto?

El gato Silvestre, uno de los periodistas estrella del grupo Clarín, debutó como columnista de El Cronista, del colorado De Narváez. ¿Qué onda? No sólo es la primera vez que "leo" algo de Silvestre, sino también la primera vez que veo a un periodista del grupo colaborar con un medio que no es del grupo.

El gato cuenta algo del clima en el gobierno durante estos días por el Chavez-Techint-gate, y después, fiel a su estilo, tira un par de esas preguntas picantonas (que si tuvieran respuesta harían del gato un mejor periodista). A saber:

¿Marcará este hecho un punto de inflexión en la relación entre el gobierno argentino y el venezolano? Está por verse.

¿Está realmente molesta la presidenta con las actitudes de Chávez? Hasta ahora no se nota.

Pero más allá del análisis profundo, agudo, incisivo y determinado del gato, no nos vayamos del foco de este post. No puedo evitar preguntarme, ¿qué hace Silvestre escribiendo para De Narváez? ¿Acaso estoy en la dimensión desconocida?

(Para no caer en la misma del gato, respondo directo. La primera, no la se. La segunda si la sé: estoy en un universo paralelo, ese que siempre se abre de tanto en tanto en la Argentina)

martes, 26 de mayo de 2009

Estatitis

Hay miedo. Las andanzas de un comandante bolivariano han puesto al establishment local en estado de alerta por un axioma jamás escrito, pero que está impreso en la mente de muchos: el kirchnerismo es la versión light de la revolución bolivariana, del socialismo revolucionario del siglo XXI. (Comentario al margen: ¿vieron todo lo que dice el slogan "socialismo revolucionario del siglo XXI"? En una sola frase un presidente te dice que es justo y equitativo, que le interesan que todos ganen más o menos lo mismo, lo que significa que quiere que haya menos probres, y que incluso está dispuesto a expropiar empresas, tierras y hasta ideas para lograrlo, si es necesario. Y además de todo eso, te dice que es moderno como el Windows 7).

¿Hay que tener miedo? Lean a Lindhal, primero, y a Ana C., después. ¿Siguen con miedo? Si contestaron "si" los entiendo, hay que tener miedo, pero no al intervencionismo estatal (casi todo lo que termina en "ismo" suele meter un poco de miedo, pero no porque sea malo en si, sino porque el "ismo" da como una idea de sobredosis, tremendamente corrosiva y dañina) sino a los nenes que lo están llevando adelante. Creo que un gerente, capacitado, tiene mejores incentivos para conducir una empresa que un político. Pero sobran evidencias de que puede ocurrir exactamente lo contrario (¿se acuerdan de la crisis financiera?¿eran políticos los que le prestaban plata a cualquiera?¿eran políticos los que ponían lindas notas a los "activos tóxicos"?).

Pero con Hugo, con Néstor, con Guille, con Julito y con Amado, yo tengo miedo.

¿Qué pasaría si cambiamos los personajes? ¿Se denostaría tanto el intervencionismo estatal? ¿O se le daría más oxígeno a los argumentos que ahora parecen inverosímiles, como la crisis global o los "mercados estratégicos"? Me atrevo a pensar que, al menos en la Argentina, el debate sería más equilibrado.

Y si alguien respondió "no", porque cree que la ola estatista regional es tan inofensiva como el estornudo de un mexicano en un aeropuerto o un mosquito pequeño que se cuela por la rendija de la lavandería, les diría dos cosas: o los gobierna la ingenuidad, la ideología, o saben algo que yo no sé.

lunes, 25 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

El modelo

Entiendo que el oficialismo intente centrar el debate electoral en "el modelo". Lo que no termino de entender es por qué la oposición entra, a veces, en esa discusión.

El recuerdo a las lacras que dejó la década del '90 y, a su vez, su contraste con el exitoso desempeño de la economía en el período 2003-2008, es por lejos el mejor discurso electoral que puede plantear el oficialismo. Hay una larga lista de datos que sirven para apuntalar la boleta K: crecimiento económico, superávit fiscal, pago al FMI, exportaciones, aumentos a los jubilados, aumentos salariales, mejora del poder de compra... Se podría seguir

La oposición entra en esta pelea también con una larga lista de datos: la distribución del ingreso mejoró cosméticamente, la pobreza aumenta por la inflación, la economía se paró, la fuga de capitales es mayor a la de la caída de la convertibilidad, la deuda crece a pesar del superávit fiscal, metieron mano a la plata de las AFJP.... Se podría seguir

Pero esta discusión deja de lado muchas otras que al oficialismo no le convienen, y que, por ende, la oposición podría capitalizar. Temas que no necesariamente hacen al debate ideológico de sordos en el que muchas veces caemos los argentinos, sino, lisa y llanamente, al sentido común: transparencia de la información pública, división de poderes, independencia de la Justicia, mejora del federalismo fiscal, y, sobre todo, eliminación de la corrupción. O sea: limpiar el Indec, el Consejo de la Magistratura, los organismos de control del Estado, elaborar una nueva Ley de Coparticipación Federal, mejorar y transparentar los mecanismos de adjudicación del gasto público. O sea: tener un gobierno prolijo.

La mención de estos temas es tangencial. Alguien lo menciona..., alguien pregunta..., y ahi nomás, cuando parece que va a venir una propuesta interesante, se empieza a hablar del modelo, de los '90, de las candidaturas testimoniales, el rol de los jueces en la campaña... Se podría seguir

martes, 12 de mayo de 2009

El eterno debate

En los últimos días, a raíz de una nota de Crítica de la Argentina, se recalentó el debate sobre el valor del dólar. Frenkel y Ferrer, dos íconos de la heterodoxia, sostienen en esa nota que el dólar debería ser más caro para contener la fuga de capitales, y, de paso, fogonear la actividad. Entendible.

Después de un cruce bloggero entre Artemio y Maxi Montenegro por el tema (lo pueden seguir acá y acá), Rollo, a quien se lo podrá acusar de muchas cosas pero no de ser un heterodoxo de cepa, deja de lado las sutilezas y bien clarito dice que dejar que caiga el dólar (o, dicho de otro modo, que se aprecie el peso) para mejorar la equidad de la economía "es una política de pajeros". Genial.

Ya un hombre de Techint, el economista Vicente Donato, decía meses atrás que devaluar era una demostración del fracaso. El fracaso de no haber implementado, no implementar, no pensar nunca en implementar, esa lista de políticas de las que habla Rollo que son las que tienen un efecto estructural sobre la distribución del ingreso. O sobre la competitividad, lo que permitiría dejar de hablar si es importante devaluar o no, o por lo menos no dejaría que fuera el tema central. Pero todo siempre pasa por el verde. Y así nunca va a dejar de pasar por el verde.

viernes, 1 de mayo de 2009

Detalles

Se armó un lindo quilombito con el diálogo entre Mariano Grondona y Hugo Biolcatti, por Canal 26. Encima Biolcatti después intentó explicarlo por Radio Mitre, y Ernesto Tenenbaum le lanzó una pregunta sobre el golpe del '76 (si esstuvo de acuerdo o no) y el presidente de la Rural responde algo así como que "no hay una respuesta por si o por no". (si acá pudiera poner la carita del smile con ojos tipo plato y la boca en línea, esa del MSN, la pondría)

Pero dejemos de lado la pelea por el '76, por soy de los que creen que revivirla fuera de los Tribunales no suma, sino que resta. La Presidenta dijo que el diálogo por el canal 26 muestra por qué Kirchner dice que está en juego la gobernabilidad el 28 de junio.

Pero seamos sinceros. Grondona y Biolcatti no empezaron a correr la bola de que esta gente se va el 29 de junio. Es un secreto a voces que se comenta en el mundillo de los medios desde el voto "no positivo" de Cobos. Se dice que en ese momento Lula y Alberto Fernández impidieron la renuncia de los K. Y este año no fue otro que el piquetero oficialista Emilio Pérsico el que primero habló de "Cobos Presidente". Fue hace unas semanas y tuvo que salir a dar explicaciones.